viernes, 3 de agosto de 2007

oaxaca. siete poetas



La manera de ver la poesía y por lo tanto a los poetas como fabricantes y artesanos de la misma, ha sido una señal característica de cada época.

Tenemos así desde Platón que expulsa de su República a estos seres que hacen juegos y pirotecnia con la palabra, hasta otros tiempos donde la poesía y los poetas eran asumidos como objetos decorativos de la vida cortesana, embellecedores de lo que ya era bello. Llega la revolución industrial y entonces al poeta se le exige que ponga su dotación de músculo para el progreso. Y más recientemente, aparece Nicanor Parra, Alejandro Jodorowsky y otros más, para decirnos que la poesía no será más un objeto de lujo sino de primera necesidad y que, a la mancuerna de coma frutas y verduras, habría que agregarle lea poesía.

A esta última premisa atiende OAXACA. SIETE POETAS (O7P) ., una refrescante publicación aparecida bajo el sello de Almadia y LunaZeta. en 2006.

Es O7P un libro para colocarse más que en un librero, en la alacena o el refrigerador , porque es apto para consumo humano, con una atractiva presentación, y lo mejor de todo, sin fecha de caducidad. Es un compilado de siete poetas jóvenes, de carne y hueso, que además de estar vivos lo son, que se muestran humildes, sabedores de que conocen su negocio y no lo piensan dos veces para montar el caballo epiléptico en que la poesía suele transmutar.

Son siete voces que tienen en común la originalidad, un discurso propio y contundente. Si son 7 como los pecados capitales, los días de la semana o las veces que un gallo canta en una hora, no lo sé, pero no son 6, ni 8, son siete .

Abre el concierto Alonso Aguilar (1979, El Chito para los compas) mostrando su capacidad de síntesis que podría atrapar una mosca en pleno vuelo. Nos invita generoso a conocer su mundo en Piso 3: Debíamos subir 72 escalones/para llegar a nuestro paraíso/-que también era un infierno-/una cocina sin estufa ni refrigerador/el cuarto de los sueños locos/el balcón donde hacíamos el amor/y una recámara para arrullar al océano.

Le sigue Luis Manuel Amador (1975), sacando cual mago de su chistera una abundancia de temas muy bien logrados en poco espacio, Por ejemplo:…las alas que te regalo sin que sospeches/la incestuosa renovada relación entre ciertas palabras/ Tú por ejemplo/ y todo todo aquello que no me pertenece.

A Guadalupe Ángela (1969) no se le escapa un solo detalle de lo que observa, con los ojos de su carpa: En el pozo, vive la carpa/no hay espacio ni horizonte/sólo caída y oscuridad... la carpa dibuja/el círculo mil/de su existencia.

Es probable que Gerardo Escalante(1967) escriba con una Polaroid , con la cual retrata un Encuentro con el reflejo de una piscina: La cercanía de una chica pone a hervir la sangre de un hombre:/el prototipo de la madurez y la autosuficiencia,…/cuando el cazador lo cree oportuno se lanza al ataque dividiendo al grupo, / pero ella le dice a su amiga: / vámonos que ahí viene el viejo.

Los poemas que aporta Omar Fabián (1978) hablan de un aprecio genuino por el sujeto-objeto que escoge para describir y ampliar, tal como lo hace con su Cazaguate: Desde la puerta de mi casa / hojas largas son mis ojos /que lo miran con terror. / Para él no soy más / que un hombre que viene, / lo acaricia y calla.

Abraham Nahón (1974) es, como aforista, breve y certero por definición. A continuación una de sus Señales: La atmósfera / se enrarece cada día más, / y sólo en tu cuerpo / percibo el paso de las estaciones.

Cierra la función Efraín Velasco (1977) con su látigo de domador, amigo de las palabras fieras , a las que hace rugir y decir más de lo que ellas sabían que sabían. Rojecemos / hilvanados o narajamos / desprendidos y agitados inflamada mía, / quiquirikikí de azúcar en carne viva / yo te floro / y otros excesos..


Muchas cosas pasaron durante 2006 en Oaxaca. Algunas para olvidar y otras, como OAXACA. SIETE POETAS, para leer, disfrutar y recordar.